Cultura y Gastronomía

En su historia, Calabria ha visto alternar numerosos pueblos y culturas de todo el Mediterráneo. Pero además de ser una gran tierra de historia, también es un patrimonio gastronómico inagotable con sus recetas transmitidas de generación en generación y su variada biodiversidad.

Magna Grecia

antiguamente colonizada por los Griegos…

La Magna Grecia es la zona geográfica del sur de la península italiana, antiguamente colonizada por los griegos desde el siglo VIII a.C. El término Magna Graecia se refiere, pues, a poblaciones y civilizaciones, más que a una entidad territorial y política.

En las ciudades de la Magna Grecia pronto se desarrolló el comercio, la agricultura y la artesanía. El comercio fue inmediatamente un excelente canal de intercambio con los griegos de la madre patria, importando desde grano hasta artefactos, desde obras literarias hasta mármol, etc. Los colonos también entraron en contacto con los cartagineses, que, sin embargo, pronto se revelaron como formidables enemigos.

Desde la madre patria, Grecia, el arte, la literatura y la filosofía influyeron decisivamente en la vida de las colonias. En la Magna Grecia se daba mucho crédito a la cultura. Basta decir que la polis alcanzó un índice de ingeniería, educación y cultura igual al de la madre patria. Los colonos helenos, tras someter a las poblaciones indígenas, crearon bibliotecas y centros de estudio que formaron a los más hábiles filósofos, hombres de letras, matemáticos y médicos.

La colonia de la Magna Grecia fue Crotona, fundada entre el 740 a.C. y el 718 a.C., en los primeros tiempos de la Primera Guerra de Mesenia, en un lugar situado entre la desembocadura del río Esaro y el promontorio de Lacinio, en el que posteriormente se erigió el templo de Hera Lacinia, que sirvió de santuario, banco, agencia de información, centro de avituallamiento y lugar de descanso para los marineros. Fueron los aqueos quienes fundaron la ciudad, atraídos por el encanto del lugar y la seguridad de hacer buena fortuna allí.

Crotona, fundada por los aqueos, se convirtió en una polis, en la perfecta organización de todas las demás polis griegas, siguiendo, en todo, el orden y la tradición de las instituciones helénicas. El territorio fundacional consistía en un cabo, que formaba un doble puerto, único refugio para los barcos que viajaban de Taranto a Reggio y viceversa. En el siglo VI, la ciudad era conocida por su clima salubre, su fértil campiña, la belleza de sus mujeres, sus excepcionales médicos, entre ellos Demócrito, que también llegó a ser médico del emperador persa Darío, y sus fuertes atletas, de los que el multiolímpico Milo era un símbolo.

La llegada de Pitágoras benefició la prosperidad del atletismo en Crotone. En efecto, la doctrina del gran filósofo no descuidaba la salud del cuerpo. En Crotona, Pitágoras fundó la Escuela Pitagórica, a través de la cual instruyó a los jóvenes en música, filosofía y, por supuesto, matemáticas.

La Virgen de Capo Colonna

entre la historia y la fe

El promontorio de Capo Colonna ha sido siempre un lugar sacro. En tiempos antiguos, allí se situaba el templo dedicado a Hera Lacinia. Con la entrada del Cristianismo en Italia, el culto de Hera Lacinia fue sustituido por el de la Virgen María y así se erigió en ese lugar una iglesia dedicada a María, dentro del cual se colocó un cuadro de la Virgen. Una antigua tradición apunta a que el icono fue llevado a Crotone por San Dionisio, convertido por San Pablo, que fue el primer Obispo. Según esa tradición, el cuadro sería una obra de San Lucas el Evangelista.

Se narra que, el uno de junio del año 1519, los turcos, que querían invadir la zona, apresaron el cuadro de la Virgen y lo intentaron quemar. A pesar de que lo intentaron durante horas, no consiguieron consumir en llamas la imagen, de la que, según narra la leyenda, surgieron rayos luminosos. Querían destruir la tela de cualquier forma, por lo que los turcos decidieron llevársela a bordo de una de sus naves en ruta por el río Neto. No obstante, la embarcación permaneció bloqueada, y sólo cuando tiraron la tela al mar consiguieron zarpar. Fue un viejo pescador quien encontró la imagen. La escondió durante años, hasta que, en su lecho de muerte, decidió contar su secreto a su confesor.
En el transcurso de los años, el culto de la Virgen de Capo Colonna ha adquirido una mayor importancia, tanto es así, que el 12 de mayo de 1988, con decreto pontificio, fue proclamada Patrona de la Archidiócesis de Crotone y Santa Severina. El tercer sábado del mes de mayo tiene lugar la gran peregrinación a Capo Colonna (dista aproximadamente 15 kilómetros de la ciudad), que se desarrolla durante toda la noche, después de que el cuadro sale de la basílica cerca de la una, despedido por los fieles. La obra llega, en procesión, hasta el cementerio y el Obispo de la Diócesis recita una homilía, tras lo que se reprende el camino hasta llegar a Capo Colonna con las primeras luces del alba, donde permanece toda la jornada del domingo. Por la noche, el cuadro es embarcado y llevado hasta el puerto de Crotone, donde es recibido con fuegos artificiales. Cada siete años el cuadro llevado en procesión es el original y no la miniatura moderna: la fiesta se prolonga y el cuadro no regresa a través del mar, sino conducido por tierra en un carro tirado por bueyes.

La fiesta de la Virgen de Capo Colonna es una perfecta ocasión para conocer una tierra preciosa y acogedora, deseosa de hacer descubrir al mundo entero su glorioso pasado y con la legítima expectativa de un futuro mejor. La festividad es dedicada a la música y se organiza un articulado programa rico en espectáculos, conferencias, conciertos, ferias y atracciones. Entre las diversas manifestaciones no falta el aspecto gastronómico, con ocasión de degustar platos típicos como el quadaru (sopa de pescado a la pimienta) o las ceraselle (pimientos rellenos con forma de cereza), así como la ‘nduja (una especie de sobrasada picante), la sardella (una salsa cremosa de pescado y pimientos) y los dulces típicos de la zona.

Pitágoras

Un antiguo filósofo griego…

La figura del griego Pitágoras está envuelta en las brumas de la leyenda. Sin embargo, su nombre sigue ligado a un importante enunciado descubierto diez siglos antes de su nacimiento y probablemente demostrado después de su muerte: el teorema de Pitágoras

Pitágoras, que vivió en el siglo VI a.C., es un filósofo griego antiguo. Fue matemático, taumaturgo, astrónomo, científico y político.

Es recordado como el fundador de la escuela filosófica que recibe su nombre, situada en Crotone, en cuyo ámbito se desarrollaron las enseñanzas matemáticas y sus aplicaciones, como el conocido teorema de Pitágoras. Su pensamiento ha tenido una gran importancia para el desarrollo de las ciencias occidentales, porque fue la primera persona en entender la capacidad de las matemáticas para describir el mundo.

La doctrina que caracteriza la filosofía pitagórica es aquella que considera el número como la esencia de todas las cosas, en tanto en cuanto todo aspecto real puede reducirse a una recíproca relación o armonía de cantidades numéricas (se considera el modelo por excelencia la concordancia de los sonidos, la sinfonía, realizada en la música mediante intervalos matemáticos).

Los discípulos de Pitágoras estudiaban las disciplinas del quadrivium (música, aritmética, geometría y astronomía): Creían, asimismo, en los poderes mágicos de los números y en los cultos órficos. Los pitagóricos fueron los primeros en fundar una escuela de enseñanza superior, a Metaponto y a Kroton, muy similar a las actuales universidades.

Gastronomia

Crotone le ofrece una gran comida, un gran vino y grandes postres

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